Muxía: Ruta por los faros de la Costa da Morte (A Coruña)

Ruta faros Costa da Morte

Contenido:

  1. Faro de Touriñan
  2. Muxia
  3. Qué ver en Muxia
  4. Faro de Muxia

MUXIA Y SUS DOS FAROS:

FARO DE TOURIÑAN Y FARO DE MUXIA

Antes de llegar a la villa de Muxía, hicimos una parada en el primer faro de este municipio:


Faro de Touriñán

El faro de Touriñán se encuentra en el cabo homónimo, un saliente que se adentra casi 1 km. en el mar y con una altura máxima de 93 mts. sobre el nivel del mar.
Un lugar inhóspito, agreste sin más vegetación que brezo y la denominada hierba de enamorar.
Como el día era ventoso y la niebla emborronaba el horizonte parecía que estábamos en el finis terra que tanto asustaba a los romanos.
Y algo de verdad había, pues realmente éste es el punto más occidental de la España peninsular, el lugar donde más tarde se pone el sol.
El faro de Touriñán es por tanto el faro de la Península que más se adentra al Atlántico.
Se inauguró en 1898 aprovechando la óptica del viejo faro de Vilán que alcanzaba las 10 millas, con una luz fija blanca producida por una lámpara de parafina.
En 1918 se cambió por una de vapor de petróleo, aumentando el alcance hasta las 20 millas.
Faro de Touriñan
En Touriñán cae el último rayo de sol
Faro de Touriñan
Faro de Touriñan
La carretera desde el faro de Touriñán hasta Muxía nos fue ofreciendo bellas estampas de verdes praderas y solitarias playas.
Fue inevitable extender la jarapa en los verdes prados para descansar así como darnos un chapuzón en esas salvajes playas.
Paisajes bucólicos

Muxía

Muxia se da a conocer en los folletos de turismo como villa de historia, leyenda, mar y viento. Pues de todo esto fuimos participes.
La historia nos llevó hasta el monasterio de Moraime, principal foco de cristianización de la costa occidental de Galicia.
Nos contó la leyenda que la Virgen llegó en una barca de piedra para infundir ánimos al apóstol Santiago.
El mar, testigo de numerosas tragedias desde naufragios hasta la catástrofe del Prestige, nos obsequió con sus fantásticos atardeceres.
Y el viento, acercó la brisa marina a todos los rincones de Muxía.
Muxía
Puesta  de sol en Muxía
Puesta del sol en Muxia. Santuario Sta. María de la Barca

Qué ver en Muxía

1. Iglesia de Sta. María de la Barca

No se entiende Muxía sin esta iglesia que recuerda la leyenda de la Virgen en la Barca.
Todo en la villa parece girar en torno a la romería de la Barca (se celebra en el mes de septiembre), reconocida como Interés Turístico Nacional.
Sobre ella han escrito grandes de la literatura como Rosalía de Castro y Federico García Lorca.

De origen románico, parece ser que es uno de los templos más antiguos de Galicia, aunque con varias reformas, la ultima en 2005 tras un trágico incendio ocurrido en 2013.

Iglesia de Sta. María de la Barca. Muxía
Iglesia de la Virgen de la Barca

2. Piedras mágicas

En Galicia conviven tradiciones paganas con las religiosas.
Así, frente al Santuario de la Virgen de la Barca hay unas grandes piedras consideradas mágicas y curativas por la creencia popular.
Cuenta la leyenda que formaban parte de la barca de piedra en la que llegó la Virgen, siendo la barca propiamente dicha la Piedra de Abalar, la vela La Piedra de los Riñones (Pedra dos Cadrís) y el timón la Piedra del Timón.
Piedras Mágicas de Muxía
Piedras mágicas. Muxia
Piedras mágicas en Muxía
Piedra de los riñones. Muxía

3. La Herida/A Ferida

En uno de los espacios más cautivadores de Muxía, junto al santurario de la Virgen de la Barca y a las Piedras Mágicas, se alza el monumento La Herida.
Dedicado a los miles de voluntarios llegados de todas partes para limpiar de chapapote las costas gallegas, tras el hundimiento del buque petrolero Prestige, el 13 de noviembre de 2002.
Un monolito de 400 toneladas y 11 metros de altura esculpido en granito con una grieta simbolizando La herida que causó el buque.
Recuerda a «la marea blanca«, el movimiento social que llegó a estas costas como una ola de esperanza para acabar con la marea negra.
Monumento la Herida en Muxía
Monumento a los voluntarios de «la marea blanca»

4. Faro de Muxia

Piedras mágicas, santuario, monolito homenaje y… el faro. Para culminar el atractivo de este lugar no podía faltar el guardián de los mares, aportando luz a las tradiciones religiosas, paganas, y al recuerdo de los altruistas voluntarios.

El faro de Muxía se puso en funcionamiento en el año 1898. Es un faro pequeño y sencillo pero que se engrandece con el mágico entorno que lo rodea.

Faro de Muxía
Faro de Mugía

5. Playa de O Coído

Una franja de verde pradera, otra de piedras claras y rodadas por el oleaje, le sigue una banda de arena fina y blanca para terminar en un mar de aguas cristalinas.
Así se dispone la composición de la preciosa playa de O Coído, considerada como un importante punto de interés natural de la costa gallega.
Playa de O Coido. Muxía
Playa de O Coído
Playa de O Coído en Muxía
Playa de O Coído

6. Playa del Lago

El río Lago desemboca en esta playa homónima formando una pequeña laguna, lo que aporta un cierto atractivo y singularidad.
Cuenta con otros encantos como su extensión, algo más de medio kilómetro de arena blanca, el pinar, la vegetación dunar y un pequeño faro situado en el extremo contrario al río.

La playa del Lago se encuentra en la ría de Camariñas.

Playa de Lago
Playa del Lago. Al fondo el faro y Camariñas
Faro de Lago
Faro de la playa del Lago

7. Pozas/Caldeiras del río Castro

En el pueblo de Coucieiro (del ayuntamiento de Muxía) descubrimos un bello paisaje natural y además poco conocido; el río Castro. 
Desciende por una cascada de 8 metros de altura, erosionando la roca en forma de hoyos circulares como si de calderos se tratará, de ahí el nombre.
Un espectáculo de agua y rocas al que acompañan pinos, enebros, pequeños arbustos y plantas aromáticas.
Además, junto al río se alza una pequeña capilla del s. XVII y un cruceiro.
Caldeiras río Castro
Caldeiras del rio Castro

Y de faro a faro, nuestro siguiente destino fue:

Enlace al siguiente faro: Camariñas

Enlace a la ruta por los faros de la Costa da Morte