Madrid dispone de un bello muestrario de jardines de diferentes épocas y estilos. Algunos desconocidos y con el encanto de los jardines poco frecuentados, como los jardines de la Quinta Duque del Arco.
Los jardines de la Quinta del Duque del Arco son uno de ellos. Y tienen un especial valor dentro de la jardinería histórica española, pues se trata de un refinado jardín con mezcla de estilos hispano, francés e italiano.
Con un gran parecido en las formas a los de la Granja de S. Ildefonso, la gran creación de Felipe V.
Parterres de boj, estanque, cascada, fuentes, esculturas, rosales, coníferas, dos ejemplares de secuoya roja (el árbol más alto del mundo), olivares y el entorno natural del monte de El Pardo, consiguen un exquisito decorado.
Lugar ideal para dar un agradable y tranquilo paseo, a escasos kilómetros del bullicio de la capital.
Historia de la Quinta del Duque del Arco
El origen de la Quinta del Duque se remonta al año 1717. Cuando el Duque del Arco, Caballerizo Mayor de Felipe V, compra esta finca.
Años después, construye el pequeño palacio y crea las huertas y los jardines.
Este tipo de viviendas eran las que los aristócratas de los siglos XVII y XVIII utilizaban para retirarse a las afueras de Madrid.
La zona más atractiva de la finca fue el jardín. Con un diseño siguiendo las influencias francesas traídas por Felipe V.
Pero, lamentablemente, el trazado original se fue desfigurando desde mediados del S. XIX.
La mayor parte del terreno agrícola estuvo plantado de viñedos, tuvo casi mil especies diferentes de frutales y más de un centenar de naranjos.
Cuando el Duque muere, su viuda dona la Quinta a Felipe V, quien la incorpora al Real Sitio del El Pardo.
En el año 1935 fue declarado Monumento Nacional. Al año siguiente, el golpe de Estado sorprende a Manuel Azaña en esta finca, su residencia.
Qué ver en los jardines de la Quinta del Duque del Arco
Entrada a la Quinta del Duque del Arco
Cascada en los jardines de Quinta del Duque del Arco
Palacio de la Quinta del Duque
Jardines y estanque de la Quinta del Duque del Arco, al fondo las torres del centro de Madrid
Setos de boj y rosales. Quinta del Duque del Arco
Cipreses. Quinta del Duque del Arco
Secuoya. Catalogado como Árbol Singular
JARDINES DE LA QUINTA DEL DUQUE DEL ARCO
Los jardines en la historia
Las cinco Bellas Artes (arquitectura, pintura, escultura, poesía y música) son manifestaciones del espíritu hechas por el hombre. Mediante la técnica, la idea que surge de la mente humana se hace realidad sensible.
El jardín es una manifestación más de la tendencia natural del hombre hacia la belleza. Adaptándose a los principios estéticos del momento y formando parte de la cultura de las diferentes épocas.
A lo largo de la Historia, los jardines han tenido un fuerte protagonismo, cada civilización les daba un valor y simbología.
En las diferentes culturas
Se considera a Mesopotamia (con los jardines colgantes de Babilonia) y a Egipto las primeras culturas en las que se desarrollaron los espacios ajardinados. El objetivo de estos jardines era crear lugares sombreados y frescos.
Los musulmanes se inspiraban en el paraíso del Corán.
Tomando como fuente la filosofía Tao, los chinos imitaban la propia naturaleza.
Para los griegos tenían la finalidad práctica de proporcionar frutas, verduras, plantas aromáticas…
En sus jardines, los romanos querían reflejar el poder y la grandeza.
Renacimiento
Ya en el renacimiento, el jardín se convierten en un importante complemento arquitectónico. Desarrollando diferentes estilos:
Italiano como una vuelta a los clásicos.
Francés con el gusto por las líneas rectas, la grandiosidad.
Inglés, imitando la naturaleza con toques románticos.
Más información para organizar la visita, en la web oficial. Aquí.