Qué ver en el Parque Rural de Anaga (Tenerife). Guía y mapa con rutas de senderismo, bosques de laurisilva, pueblos y playas
Parque Rural de Anaga, donde reside la magia
La ruta en coche/road trip por Tenerife nos llevó a conocer este increíble paraje. A las cuestiones qué ver en el Parque Rural de Anaga, responde este artículo con nuestra experiencia.
Un lugar donde es fácil encontrar la dimensión mágica. Una realidad de bosques antiquísimos, de caprichosos paisajes volcánicos y de enclaves aislados. Musgo, roques, mar… Verdes, negros, azules… Y niebla, para matizar tan fantástico mundo.
Contenido entrada
- Qué ver Parque Rural de Anaga
- Mapa imprescindibles Parque Rural de Anaga
- Dónde está el Parque Rural de Anaga
- Cómo es el Parque Rural de Anaga y qué es un bosque de laurisilva
Qué ver y hacer en el Parque Rural de Anaga
- Centro de Visitantes Cruz del Carmen
- Bosque Encantado
- Ruta Bosque de los Enigmas
- Ruta por la costa y playa de Benijo
- Taganana
- Roque de las Bodegas
- Chinamada
- Las Carboneras
- Bajamar
Mapa imprescindibles Parque Rural de Anaga
Qué ver en el Parque Rural de Anaga
1. Centro de Visitantes Cruz del Carmen
Para conocer el Parque Rural de Anaga, lo mejor es empezar visitando el Centro de Visitantes Cruz del Carmen.
Aquí, nos dieron información sobre las características del parque, del bosque de laurisilva… También mapas y folletos de los diferentes senderos que recorren la zona.
Para organizar nuestra visitas, hicimos dos distinciones:
- Los bosques de laurisilva: Rutas del Bosque Encantado y ruta Bosque de los Enigmas.
- La costa y municipios costeros: Ruta por la costa, playas y visita a los municipios de Taganana, Roque Bodegas, Bajamar y Chimanada.
Rutas de senderismo en Anaga
2. Ruta Bosque Encantado o Sendero del Pijaral
Paz absoluta en este bosque de cuento de hadas. Donde las plantas alcanzan tamaños extraordinarios, visten sus troncos de aterciopelado musgo y de sus ramas cuelgan verdes barbas.
Y es que, en el Parque Rural de Anaga los helechos que pueden alcanzar los 3 m. El musgo cuelga de las ramas como si de barbas o pelo se tratara.
En este mágico paseo, además de disfrutar de la exuberante vegetación del bosque de laurisilva, podemos contemplar las magníficas vistas que ofrecen los miradores de Roque Anambro y el de Cabeza de Tejo. (Por supuesto, si la niebla lo permite).
En Cabeza de Tejo un grupo de pinzones (Fringilla coelebs) nos amenizaron el descanso con sus cantos y revoloteos.
*La pijara, especie vegetal que da nombre a la senda, es un helecho gran tamaño presente en las islas Canarias. Pueden alcanzar los 3 mts. y ocupar grandes extensiones de bosque.
Datos técnicos
La ruta del Bosque Encantado tiene limitado el acceso a un máximo de 45 personas por día. Es necesario permiso previo en la Central de Reservas del Cabildo de Tenerife. Enlace Central de Reservas
Es una ruta de dificultad baja-media. Duración unas 3 horas. Bosque húmedo y umbrío. Por encima de los 500m. de altitud.
Rutas de senderismo en el Parque Rural de Anaga
3. Ruta Bosque de los Enigmas
Otra atractiva senda para adentrarse en los mágicos bosques de laurisilva.
Se trata de una entretenida ruta autoguiada. El bosque esconde enigmas que tendremos que descubrir, por lo que es aconsejable caminar atentos a los cinco sentidos. (El folleto que nos dieron en el Centro de Visitantes, ayudó en la búsqueda)
Datos técnicos
Ruta circular de 5 km. Se inicia en el mirador de Zapata.
Dificultad baja. Muy bien señalizada
Qué ver en el Parque Rural de Anaga
4. Ruta por la costa y playa de Benijo
Y cambiamos el verde por el azul. Dejamos los bosques de cuento de laurisilva para poner la vista en la arriscada costa y sus exóticas playas volcánicas.
Realizamos una vertiginosa ruta por los acantilados, de uno de los rincones más escondidos de Tenerife.
Subiendo y bajando barrancos, fuimos desde Roque de las Bodegas hasta la Punta Baja de las Palmas, frente a los Roques de Dentro y de Fuera. Pasando por los caseríos de Almaciga, Benijo, El Draguillo y Las Palmas.
Nuestra idea era llegar hasta el faro de Anaga, pero no fue posible.
Curioso el caserío de El Draguillo. Su nombre ya nos hacía presagiar la existencia de dragos, y así fue.
También pudimos contemplar las terrazas de cultivo. Nos habían contando que aunque muchos de estos bancales ya no se cultivan, se intentan mantener como patrimonio cultural y paisajístico de Anaga.
Playa de Benijo
En la Punta Baja de las Palmas dimos la vuelta para disfrutar de la maravillosa playa de Benijo.
Una playa de contrastes: arena negra, mar azul, olas blancas. Protegida por altos acantilados y con los roques emergiendo del mar, como gigantes esculturas. Espectacular.
Qué ver en el Parque Rural de Anaga
5. Taganana
El valle de Taganana estuvo habitado desde épocas guanches (hace aproximadamente 2.000 años) como atestiguan los restos arqueológicos encontrados.
Fue uno de los primeros lugares colonizados tras la conquista. A pesar de su difícil situación geográfica, entre las escarpadas montañas de Anaga.
Situación geográfica que dificultó las comunicaciones durante siglos. Prácticamente hasta 1968, año de construcción de la carretera.
Ese aislamiento fue el responsable del desarrollo de una economía autosuficiente. Contaban con tierra fértil y agua. Incluso lograron establecer una importante actividad comercial, primero con la caña de azúcar y más tarde con el vino.
De esta prosperidad quedan huellas por el municipio: sus viviendas, iglesia de las Nieves, la ermita de Santa Catalina, bancales…
La iglesia de Las Nieves, cuyo origen se remonta al siglo XVI está declarada Bien de Interés Cultural (BIC).
Algunas de las obras de arte que acoge su interior son: un tríptico flamenco del siglo XVI y la escultura de la Virgen de la Nieves, abandonada por un galeón en el embarcadero de Roque de las Bodegas, allá por el siglo XVI.
Qué ver en el Parque Rural de Anaga
6. Roque de las Bodegas
Roque por el roquedo que se adentra en el mar y Bodegas porque en su costa había pequeñas casas de piedra donde se maceraba el vino de Taganana. Producto que fue el principal motor económico de la zona durante los siglos XVII y XVIII.
Los navegantes procedentes de Francia e Inglaterra, hacían aquí escala y se proveían de barricas.
Pero no sólo el vino se comercializaba en este antiguo embarcadero, también madera y azúcar.
La playa de Roque de las Bodegas es muy coqueta. Queda protegida del oleaje por los acantilados y los roques.
Un pasillo, protegido con barandilla, nos permite llegar a la punta del roque. Y desde allí, admirar el Arco de Taganana. Que son unas recortadas cumbres que emergieron hace 6 millones de años. Alcanzaron tal altura que se desquebrajaron y la mitad norte se derrumbó.
Los amaneceres y atardeceres desde este lugar son una delicia.
Roque de las Bodegas cuenta con buenos restaurantes. De merecida fama por sus buenos guisos con pescado salvaje.
Ruta en coche por el Parque Rural de Anaga
7. Chinamada
Es un paraje muy singular. Da la sensación que estás en un lugar perdido del mundo.
Chimanada es un caserío de origen guanche, con casas excavadas en la roca.
A la singularidad de las casas-cuevas se une el fantástico paraje donde se ubica; en un rellano del macizo de Anaga, rodeado por dentadas cumbres y sobre profundos barrancos.
Cuenta con un mirador perfecto para admirar el Roque de los Pinos. Un curioso pico con forma cónica y poblado por el único bosque de pinos de Tenerife. La imagen es de película del «Señor de los Anillos».
8. Las Carboneras
De camino a Chimanada hicimos parada en uno de los muchos miradores con los que cuenta Tenerife, para admirar el caserío de Las Carboneras con sus casas de colores sobre la colina.
También para ver una cesta transportadora. Ya nos habían hablado de este «ascensor» de productos de la tierra, utilizado por los agricultores para facilitar el ascenso de las cosechas desde los valles más profundos.
Fue una iniciativa que surgió con la declaración de Parque Rural de Anaga, con el fin de facilitar el trabajo de los agricultores.
Playas del Parque Rural de Anaga
9. Bajamar
En un paisaje entre viñedos y costa se encuentra Bajamar.
Playa, olas de infarto, piscinas públicas con agua de mar (una de adultos y otra de niños), y buenos pescados son los atractivos a resaltar.
El viaje continúo visitando el Parque Nacional del Teide.
Qué ver en el Parque Nacional del Teide
Dónde está el Parque Rural de Anaga
El Parque Rural de Anaga se encuentra en el extremo nordeste de la isla de Tenerife. Ocupa una superficie de 14.500 hectáreas. Se extiende por los municipios de La Laguna, Santa Cruz de Tenerife y Tegueste.
Cómo es el Parque Rural de Anaga
Hace 6.5 millones de años, las fuerzas erosivas comenzaron su acción sobre el terreno volcánico. Dando lugar al singular paisaje que hoy vemos de montañas, barrancos, roques, diques y pitones. Con sus profundos valles que descienden hasta playas de arena volcánica.
Pero hay más. En el Parque Rural de Anaga soplan los vientos alisios (vientos constantes y suaves del noreste) que dejan mares de nubes, niebla y bruma. Son los vientos responsables de los acuíferos subterráneos y de su mayor tesoro: el bosque de laurisilva.
Este tipo de bosques pueden considerarse un fósil viviente (con una antigüedad entre 50-20 millones de años). El bosque de laurisilva de Anaga es además un enclave de gran valor por su excepcional conservación.
Pasear por esta antiquísima selva es una experiencia casi mística. Es como adentrarse en el origen del mundo, en las entrañas de la Madre Tierra. Sensación que aumenta cuando envuelve la niebla.
Qué es un bosque de laurisilva
El Bosque de Laurisilva es uno de los ecosistemas naturales que existen en el planeta. Es un bosque subtropical. Propio de lugares húmedos, cálidos y con pocas heladas.
El término proviene del latín: Laurus (laurel, lauráceas) y Silva (bosque). Por lo que se deduce que su vegetación se compone de árboles de la familia de los laureles, Pero no son los únicos. también habitan: brezos, sauces, fayas, naranjos salvajes, mocanes (árbol endémico de las islas Canarias y Madeira) y viñátigo. Junto a líquenes y helechos
Se trata de uno de los bosque más antiguos de la Tierra. Hace 20 millones de años, llegaron a cubrir gran parte del norte de África y el sur de Europa. Actualmente, son una reliquia, prácticamente desaparecida.
«La realidad no es sólo cómo se percibe en la superficie, también tiene una dimensión mágica y, si a uno se le antoja, es legítimo exagerarla y ponerle color para que el tránsito por esta vida no resulte tan aburrido».
Isabel Allende
BUEN VIAJE
¡HASTA PRONTO!